Habíamos cruzado la línea y la desmaterialización de los cuerpos ya era un hecho, mi traje de piel humana había quedado en cabina junto al de Roby. Con él siempre bromeamos acerca de cómo se unirían, si nos cambiarían las partes o si se mezclarían, pero a esta altura de las circunstancias ya nada importaba sobre estos cuerpos.
En el fin del recorrido ya teníamos trajes nuevos y menos densos que podían compactarse a voluntad o desaparecer. Aquí todo era distinto los únicos éramos nosotros en esencia, cada cual con su bagaje de experiencias y su haber en regla.
Al salir de cabina percibí a Roby y él se materializó ante mi, cruzamos algunas ideas y el pensamiento fue uno: estábamos nuevamente en Markabe un lugar de creación absoluta , nuestra real base y cimiento para lo que vendría. Aquí mi rol era de creación de materiales y ensamblaje de estructuras al igual que mi compañero. Nuestros puestos esperaban por nosotros. La civilización que habíamos dejado seguía en expansión, de acá nos perdimos, la enseñanza fue ardua y el tiempo que no es nada nos marcó 4000 años de aprendizaje e involución terrestre. Habíamos llegado para seguir evolucionando, sabíamos lo que ya no queríamos hacer y también sabíamos lo que íbamos hacer, eso nos marcó la senda, nos forjo el ímpetu de llegar, de seguir por que eso es lo que pasa cuando uno sabe ... va ... hace ... no para ... solo contruye y llega como estos dos seres que se perdieron y que luego de tanto andar y evolucionar en un planeta como la Tierra encontraron de nuevo la ruta a casa.
LA RUTA AL INFINITO...............
FIN
